
El Taj Mahal se considera uno de los ejemplos más exquisitos de la arquitectura mogola, un estilo que combina influencias de estilos arquitectónicos persas, indios e islámicos. Fue dificado entre 1631 y 1648 por orden del emperador mogol Shah Jahan para perpetuar la memoria de su esposa favorita, Arjumand Banu Begum (popularmente conocida como Mumtaz Mahal). Se sitúa en la ciudad de Agra, en el norte de la India, capital imperial en los siglos XVI-XVII. Hasta allí viajó Patricia, expedicionaria de la Ruta Inti 2016.
El monumento se convirtió en Patriomio Mundial de la UNESCO en 1983. El jurado lo destacó como «la joya del arte musulmán en la India y una de las obras maestras del patrimonio mundial, admirada universalmente». A orillas del río Yamuna, constituye uno de los lugares más famosos de la India; lo visitan casi 8 millones de personas al año.
Aunque el mausoleo cubierto por la cúpula de mármol blanco es la parte más conocida, el Taj Mahal es un conjunto amurallado de edificios que ocupa 17 hectáreas y que también incluye una gran mezquita, una casa de invitados y jardines. En el edificio principal sobresalen su cúpula acebollada y los cuatro minaretes, y el interior está iluminado mediante vanos calados. Dentro se encuentran las tumbas de Shah Jahan y su esposa, de estilo sobrio.
Más allá de las palabras, creemos que lo mejor es que os animéis a descubrir este lugar por vosotros mismos en próximos viajes. Según nos cuenta Patricia, os dejará impresionados.