Si no habéis pasado un día entero (literalmente más de 24 horas) en un autobús, os será difícil comprender lo tedioso del paso del tiempo. Sí, las horas y los minutos siguen pasando, pero tú pareces permanecer ajena. En un duermevela constante en el que los momentos lúcidos están rodeados de cotilleos y los sueños […]