
Tras algunas semanas de parón mientras creábamos nuestra nueva página web, vuelve con Inteños por el Mundo. Santiago, expedicionario de la Ruta Inti 2016, nos envía esta foto desde el salar de Uyuni (Bolivia).
Situado a 3650 metros sobre el nivel del mar, el salar de Uyuni es el mayor desierto de sal y el más alto del mundo, abarcando cerca de 12 000 kilómetros cuadrados. Como demuestra esta foto, es un escenario ideal para los amantes de la fotografía y el turismo aventura. Este espejo mineral se formó tras la evaporación de antiguos océanos que cubrían esta zona de planeta y está conformado por al menos once capas de sal de entre dos y tres metros de grosor.
Todas las guías, foros y publicaciones de turismo lo señalan como un lugar imprescindible, uno de estos espacios únicos que todos sus visitantes retienen en la memoria para siempre. Tiene una belleza increíble; el cielo se confunde con el blanco del suelo y genera esa extraña sensación de estar en una zona cubierta de nieve.
El salar de Uyuni, además de un paraíso natural, es la mayor reserva de litio en el mundo con el 50-70 % del litio mundial, además de contar con importantes yacimientos de potasio, boro y magnesio.
Es difícil señalar cuándo sería mejor visitar el salar. Entre mayo y noviembre, estaciones frías, las lluvias son escasas o inexistentes. El salar ofrece entonces un aspecto parecido a un mar blanco, donde se pierde la perspectiva y ofrece la oportunidad de sacar divertidas fotografías, jugando con los efectos ópticos que se producen. Entre enero y febrero, estaciones cálidas, es la temporada lluviosa en la región. Pero eso no es necesariamente malo. Es entonces cuando el salar se convierte en un espejo kilométrico, como nos muestra esta fotografía. Este fenómeno solo se da en esta época y convierte la visita en inolvidable.