
La línea del Ecuador divide el planeta en dos mitades llamadas hemisferios. Es un trazo imaginario pero realmente significativo por todo lo que comporta. La latitud 0º 0′ 0” marca el punto intermedio entre los dos polos geográficos, siendo el paralelo original del que parten todos los demás. Pero su importancia no sólo fue apreciada por los científicos franceses y españoles que en 1736 identificaron con exactitud cuál era la mitad del mundo, sino también por los nativos, que en la zona hacían sus ofrendas al Sol.
Obviamente, Ecuador como país (oficialmente, República del Ecuador) debe su nombre a esta línea invisible que pasa inexorablemente por su territorio. Muy cerca de Quito, a escasos 13 kilómetros dirección norte un obelisco señala este punto. Justo aquí el norte y el sur permanecen separados por una tímida línea amarilla que delimita simbólicamente la cremallera del planeta Tierra. Allí uno puede caminar entre los dos hemisferios o, simplemente, mantener el equilibrio… Así lo hizo nuestro director, Fernando Enríquez, dentro de sus viajes por Sudamérica para preparar la Ruta Inti 2018. Así lo muestra esta fotografía de Inteños por el Mundo.
La conocida como «mitad del mundo» es una visita ineludible para quienes visiten Ecuador, sobre todo por lo que simboliza. El obelisco con inscripciones conmemorativas y el planeta Tierra en la cúspide marcan la mitad del mundo. Tomándolo como referencia sobresale una línea amarilla pintada en el suelo que separa tanto al Hemisferio norte como al sur. El juego de los visitantes, y de un servidor, suele consistir en saltar de norte a sur y tomarse fotografías extactamente en la línea. ¡Son instantes en los que uno puede situarse en dos hemisferios a la vez!
Fuente: El Rincón de Sele.