
La foto que nos envía Ana Pérez desde Estocolmo es de una de las estatuas más conocidas de la ciudad que representa a San Jorge matando al dragón.
La leyenda de San Jorge cuenta que había un dragón que tenía sometido a un pueblo, que debía hacerle un sacrificio humano regularmente, que sorteaban entre todos los habitantes del lugar. En un momento dado, fue la hija del rey la que debía ser sacrificada y cuando iba a ser devorada por el dragón, apareció San Jorge montado a caballo y dio muerte al dragón, salvando a la princesa y al pueblo.
Se dice también que de la sangre del dragón derramada en el suelo surgió un rosal, que San Jorge regaló a la princesa, de hecho, es posible que sea de esta historia de la que surgiera la tradición de regalar una rosa a las mujeres el día de San Jorge, 23 de Abril (que también es el día del libro).
San Jorge es uno de los santos más venerados durante la Edad Media, si bien es cierto que la historia del dragón se ha ido considerando poco a poco más un cuento que la historia real de la vida del santo.
La estatua de San Jorge en Estocolmo es especialmente destacable porque representa a los tres protagonistas de la historia: San Jorge, el dragón y la princesa, con un gran lujo de detalles y un simbolismo muy importante. La estatua de la plaza, hecha en metal, es en realidad una réplica de la original, hecha en madera que se encuentra en la catedral de Estocolmo.