
Si alguna vez viajas a Machu Picchu, tendrás la oportunidad de hacer senderismo por las montañas entre las que se encuentra construida la ciudad inca. El ascenso a estas montañas te permitirá ver las ruinas de Machu Picchu desde arriba. Esta excursión requiere de una entrada especial, pero a cambio ofrece espectaculares vistas del sitio arqueológico. La mayoría de personas pueden recorrer la montaña Machu Picchu, pero no todas pueden recorrer el Huayna Picchu. Una de las afortunadas es Lorena Ferrer, expedicionaria de la Ruta Inti 2015.
El Huayna Picchu es parte de una gran formación orográfica conocida como Batolito de Vilcabamba, en la Cordillera Central de los Andes peruanos y es conocida principalmente por ser el telón de fondo de la mayoría de fotografías panorámicas de los restos arqueológicos incas de Machu Picchu, Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Sin embargo, la propia montaña alberga importantes restos arqueológicos relacionados con el famoso complejo inca.
La montaña del Huayna dispone de un camino muy empinado y estrecho, que incluye varios tramos con peldaños, escalinatas talladas en la roca viva y cables. El ascenso varía entre 45 a 60 minutos, dependiendo de la condición física de cada persona, tiene una altura de 2700 m. y la ciudadela inca de Machu Picchu está a una altura de de 2400 m., por lo que se asciende 300 m.
Para evitar confusiones, Machu Picchu en quechua significa «montaña antigua», mientras que Huayna Picchu significa «montaña joven»; se trata de una analogía entre el hombre viejo y el joven. Así pues, el Huayna Picchu es la montaña de menor tamaño y el Machu Picchu la más alta y la que da el nombre al valle y a la ciudadela. En las fotos típicas no se ve la montaña Machu Picchu, sino el Huayna Picchu, quedando Machu Picchu de espaldas a la cámara.
Fuentes: Boleto Machu Picchu y Wikipedia.