
«[…] Estamos nosotros enzarados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias […]».
Amistad a lo largo, Jaime Gil de Biedma
La última crónica. El fin de la una Ruta. El testimonio escrito de una experiencia que jamás podrá ser medida, ni narrada, ni abarcada solo con palabras.
Sin embargo, días después de la expedición toca escribir una crónica que narre los acontecimientos de esas últimas horas juntos, de los momentos finales de la Ruta Inti 2017, «El corazón de Europa». Necesariamente debe ser una crónica fragmentaria. Fragmentaria porque este mes de aventura se construye a través de un mosaico de experiencias y un conjunto antes informe de teselas que, unidas, proyectan una imagen viva y nítida. Esas experiencias se entrelanzan y se cruzan en más de cien narraciones de las que somos testigos y partícipes, y que se contagian y nutren de cada uno de nosotros.
La mañana transcurre entre talleres, por parte de los expedicionarios, y preparativos de las sorpresas de la tarde, en el equipo de organización. Destaca el taller de nuestra compañera Carmen Jericó, miembro del equipo de intendencia. Al aplicar la inteligencia emocional a nuestras vivencias en la Ruta, surgen los primeros llantos melancólicos ante una experiencia que se prometía intensa y que ahora se nos escapa de las manos.
Aprovechamos las últimas horas en Budapest para recorrer el castillo de Buda, el Bastión de los Pescadores y otros lugares de la ciudad. Nuestro punto de encuentro después del tiempo libre se fija en el Instituto Cervantes, que comparte sede con la embajada española. Allí tenemos un breve acto final en el que el proyector nos sumerge en el universo de las despedidas. Recibimos un vídeo grabado desde España por nuestro subdirector, Pablo Fernández, en el que nos cuenta lo mucho que le gustaría poder estar presente. Pero la traca final está reservado al segundo vídeo sorpresa de la tarde: un resumen de la expedición 2017 hecho por el equipo de comunicación… que termina con el anuncio de la Ruta Inti 2018, «El renacer del sol», entre los gritos de júbilo, los aplausos y las emociones desbordadas de nuestros expedicionarios.
La vuelta al campamento supone el comienzo de su desmontaje, empezando a recoger lo esparcido durante los dos días anteriores. Tras la cena de cátering –descanso merecido para el equipo de intendencia–, disfrutamos de la última sorpresa de este viaje: un concierto con un grupo local en el que participa Dániel Faragó, uno de nuestros colaboradores en Viena y Budapest. Entre música, bailes, despedidas, cartas, abrazos, besos, sonrisas y lágrimas, el tiempo se consume y la madrugada avanza. Más de la mitad de la expedición vuelve a España en autobús, y tenemos que marchar muy pronto. Así, a la luz de las estrellas y las farolas, la noche parece más viva que nunca. Un mes de conocimiento y relación se cierra con unos minutos de despedidas. Aunque lamentamos este final, nos guía una convicción: ¡El verdadero viaje empieza ahora!
Hasta siempre, inteños. ¡La aventura continúa!
Miguel García Campos (director de comunicación)