
La lluvia nos da tregua y los rayos de sol atraviesan nuestras tiendas de campaña, que nos despiertan de nuevo en Passau. Este ha sido nuestro penúltimo despertar aquí.
Por la mañana hemos tenido varias horas de tiempo libre y hemos aprovechado para descansar en el camping, bañarnos en el río, descubrir y despedirnos de los últimos rincones de la ciudad…Otros hemos podido disfrutar de un concierto de órgano, que tiene lugar todos los días a las 12:00 en la catedral. Me ha parecido increíble, dado que este es el órgano más grande de Europa. Además, hemos podido escuchar a uno de nuestros compañeros tocar una pieza en otra Iglesia.
Nada más comer partimos a la que ha sido la última caminata de la ruta, 7 kilómetros por las riberas del río Ilz. Después de todo lo que pasamos en la Selva Negra nos ha resultado un leve paseo. A mitad de camino hemos parado en un embalse y muchos nos hemos atrevido a ponernos el bañador y pegarnos un buen baño. Ha sido muy agradable puesto que el sol nos ha acompañado todo el camino y necesitábamos refrescarnos.
Al volver al campamento hemos tenido otra sesión de talleres en las horas previas a la cena: historia y ‘’batallitas’’ con Nano, el director de la Ruta, otro de política y finalmente salsa con uno de los expedicionarios, que ha terminado con muchos de los ruteros bailando una coreografía de reggaeton cubano, el ‘’Jala, Jala’’.
Se pone el sol, preparamos las tiendas y ponemos nuestras mochilas a cubierto, ya que nos despedimos de Alemania con una noche de intensa lluvia. Mañana nos esperan varias horas de autobús y un nuevo país, Austria.
Alicia San Martín Rueda (expedicionaria)