
Por Azahara Franco, monitora grupo 2.
Me he pegado dormida toda la mañana. El duerme-despierta del avión, aeropuerto, bus etc. no me ha dejado despertar. Aunque por otro lado ha sido hermoso ir llegando a la vida poco a poco. Al principio me pareció star deambulado por Santiago de Cuba, por la Habana, por cualquier rincón de Latinoamérica. Parecía un sueño que me llevaba al pasado. El calor de la marcha y los souvenirs por un momento me llevaron a Estambul.
Conforme me adentraba en los aledaños del acrópolis el presentimiento de quien augura la majestuosidad se me acercaba sigiloso. La grafía griega me sabia a nuevo y emborrachaba a mi soñolencia de confusión.
La prisión de Sócrates se ha colado en mi sueño y el primer selfie me he traído dos palabras: Atenas, Grecia; Atenas, Grecia…
Y mientras el bochorno apretaba, mi Atenas onírica íbame abriendo un camino de pulida piedra parda. Resbalosa y peligrosa me ha distraído de mi fin desconocido. Ya en la cima, al alzar la vista, el viento se ha llevado mi sueño, mi idea y mi calor.
Entonces, entre el Egeo y la acrópolis ha aparecido derramada ante mis pies la cuna, la salvia y la madre de mi cultura, de mi semiótica; de mi mirar.
El aire ha convertido mi sudor en refrigerio volatilizando mi cuerpo descendente y descendiendo, cayendo, como quien cae en los brazos de un madre nunca conocida, siempre presentida, que me viene a iluminar.
Un gato negro entre bugambillas me ha refrescado la mirada dilatada por la oscuridad bizantina de un santuario desprevenido. Las callejuelas de Plaka se han abierto cual flor embalsamadora de recuerdos sin tiempo y sin dueño. Como ese limbo espacial antes del despertar.
Adriano, al fin, me ha despertado. La fuerza y energía del azúcar y el bullicio me han sacudido el sueño en un golpe seco. Y ha sido entonces, en medio de ese desorden confuso y vivido que te he reconocido, que me he encontrado, al fin, en tí; Atenas, capital de la cultura occidental.
One comment
Marlen Ruiz
6 agosto 2015 at 03:37
Ya lo sabia ,me emocionas siempre,te amo mi sevillana hermosa ,tus palabras huelen a yerba ,siento que me ha llegado aroma de sabiduria,disfruta ,aprende,juegatelo todo en cada accion ,se feliz y haz feliz a otro y de paso sigue contando maravillosamente bien como hoy.
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