
LA CIUDAD DEL AGUA por Patricia Mingo
Nos despertamos a ritmo de megáfono. Como siempre, la voz de Fer. Las 8:30 aquí son un lujo, así que, algo menos zombies que de costumbre, nos dirigimos a las duchas. Gélidas. Duchas con agua congelada. Aunque siempre hay alguien para ponerle algo de humor a esos momentos. Los alaridos que salían del baño amenizaron la jornada y, ya puestos, también agilizaron el proceso.Ya listos, hicimos una jornada de talleres. Vuelta a organizarnos, a motivarnos y a aprender los unos de los otros.
A las 11:00 nos pusimos en marcha de la mano de Mohammed, que nos guía por todos los rincones de ésta su casa, Chef Chaouen. Primera parada obligatoria en los Jardines de Mohammed V, que tienen algo familiar por estar diseñados por Joan Miró. Se asemeja a España, a casa, pero las banderas verdirrojas marroquíes nos recuerdan dónde estamos. A los lejos nos impactan dos grandes montañas que dan nombre a la ciudad: Chef Chaouen, en rifeño significa “mira los cuernos de la montaña”.
Entre bromas del guía llegamos a la Medina. Son las 12 del mediodía, pero aquí la gente aún duerme por el Ramadán. Así que bajamos la voz, y como si hubiesen reservado las calles sólo para nosotros, nos dejamos encantar por los colores azulados de las paredes. Tenemos la suerte de presenciar la mayor fiesta del año y lo curioso de sus costumbres. Sólo en esta época del año los vecinos salen a la calle para volver a pintar sus casas, que como por arte de magia recuperan ese tono intenso y nos dan la bienvenida.
La visita sigue por las callejuelas que nos llevan al lavadero, en donde unos hacen lo propio y otros improvisan un partido de fútbol pasado por agua. Los niños, subidos a los tejados, parecen un grupo más de esos tantos gatos que nos encontramos a diario deambulando por las calles. Por lo bajo hay un murmullo constante de agua que se entrelaza con la segunda llamada al rezo. Algo de tiempo libre antes de comer invita a los ruteros a practicar el regateo, eso que tanto divierte a algunos y tanto incomoda a otros. Que si “te lo dejo en 80 dirhams”, que si “eso es muy caro”, que si “¿Real Madrid o Barça, amigo?”, y al final estás en su terreno.
A las 2:30 el hambre aprieta y volvemos a la Meson des Jeunes, donde nos hospedamos, para comer. Dándole un descanso a las raciones militares y con una rica sandía de postre, cortesía de Ibrahím, estamos listos para salir hacia el río. Es nuestro granito de arena, un voluntariado en el que limpiamos la zona. Expectantes por la reacción de los paisanos, quedamos sorprendidos. Jamás imaginamos que los niños nos ayudarían por voluntad propia, y sonriendo. Como tampoco imaginamos que encontraríamos en el agua todo tipo de cacharros, una plancha eléctrica entre ellos.
A las 8:00 cae la noche en Marruecos y tenemos el privilegio de ver la última puesta de sol del Ramadán en un mirador desde el que se divisa toda la ciudad, donde además, Iliass(?) y su equipo comparten con nosotros la iniciativa de su proyecto de fotografía y voluntariado de teatro con niños.
El cansancio aprieta, pero no nos vamos a dormir. Aquí nos empapamos de los lugares y de sus gentes. De sus costumbres. Somos conscientes de que hemos venido en un momento clave, difícil en muchos aspectos, pero enriquecedor en muchos otros. Chef Chaouen ayunaba por la mañana, pero ya se ha puesto el sol y saca a relucir su mayor encanto. Tiene vida, y nosotros queremos ser parte de ella.
En el balance de la asamblea nocturna sale a la luz, entre bostezos e ilusión, un optimismo absoluto que sólo Chef Chaouen podía conseguir despertar en nosotros. Todos pensamos igual: aquí todo es azul, todo fluye. Como el agua.
3 comments
Mercedes
30 julio 2014 at 11:33
Preciiso relato. Ha conseguido transportarme hasta ese lugar azul. Gracias.
Buen viaje amig@s
Mónica
16 febrero 2016 at 21:27
Hola !! me llamo Mónica y voy en abril a Chaouen 10 dias . Me gustaría poder hacer algo de voluntariado pero no encuentro nada . Podrías por favor decirme dónde hiciste tú el tuyo y si conoces algún otro . Muchas gracias !! Mónica
Ruta Inti
17 febrero 2016 at 08:59
Hola Mónica,
Nosotros hicimos el voluntariado con una asociación llamada Tayf de l’image, pero no se dedican habitualmente a organizar voluntariados, así que no te podemos asegurar tampoco que puedan ayudarte.
¡Suerte en la búsqueda y un saludo!
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