
Por Irene Pans, miembro del equipo médico de la edición 2016 de Ruta Inti:
El tendero de la esquina de la calle de nuestro Riad ya me conoce, ¡y eso que sólo llevamos un día y medio aquí! Será de todas las veces que me he acercado a por agua para mí misma y para aquellos que no están todavía en condiciones como para aguantar el calor sofocante de Marraquech. Busca las botellas de agua más frías y me las deja más baratas. A estas alturas de la expedición, gestos pequeños como éste me hacen sentir feliz. Después de “recargar munición” vuelvo al Riad. Hoy por la mañana los expedicionarios tienen doble sesión de talleres. El equipo médico vamos en función de nuestra carga de trabajo, que éstos últimos días no ha bajado, pero el grupo de pensamiento científico tiene un coloquio sobre Alzheimer y nos han invitado a participar. Me siento a gusto entre personas con inquietudes similares a las mías, que no paran de hacerse preguntas sobre lo que les rodea, ávidos de conocimiento… la charla ha sida enriquecedora. Tras el taller recogida de mochilas y “pase de planta”. Parece que Tom se encuentra mejor como para ir al siguiente taller, en la terraza. Le acompañamos, arriba se acumulan todos los ruteros entorno a Edu y Lorién, que nos hablan sobre nuevas masculinidades. El debate está abierto y cada uno de nosotros queremos realizar nuestra aportación. Han conseguido hacernos pensar y que nos replanteemos algunas de nuestras actitudes cotidianas. La dinámica final me ha dejado fría, y creo que la mayoría comparte mi impresión. ¿Cómo pueden darse tantísimas situaciones en las que las mujeres nos sintamos atacadas, acosadas o simplemente minusvaloradas por ser lo que somos? Gracias, chicos, por conseguir remover nuestros sentimientos.
Ésta ha sido además la mañana de despedidas. Tras la marcha de Susana ayer, hoy se han marchado otros dos compañeros de organización, entre ellos nuestro otro médico de la expedición, mi compañero de batallas. Qué poco me gusta decir adiós… ¡y eso que esta noche ya todo se acaba! La tarde ha sido libre y cada uno ha disfrutado de Marrakech a su manera, últimas compras, hamman, zumos de naranja en Jama el Fna… pero a las 21h todos hemos ido llegando al Café Du France con nuestras mejores galas inteñas para celebrar 37 días de convivencia increíbles. Qué experiencia más bonita la que nos hemos ofrecido mutuamente a lo largo de éste, nuestro camino del Sol. Aunque yo solo haya disfrutado una mitad me gustaría deciros, pequeños pollitos, ¡este no es el final de vuestra ruta, sino el principio! Gracias por hacerme partícipe de vuestras vivencias, vuestras emociones y vuestro crecimiento aún sin daros cuenta de ello.
Berebereber!!!!