
Por Carolina Rengifo, expedicionaria.
Tras la caminata por Meteora ayer, hoy tocaba tomarnos un respiro para tomar carrerilla para el Monte Olimpo. Ocho horitas de sueño y aún así abrazando todavía el saco de dormir tomamos un ligero desayuno para comenzar las dinámicas de grupo.
No hay nada como un poco de humor para pasar la mañana y aunar el sentimiento de grupo. Unos estiramientos al mando de Filipi, juegos organizados por expedicionarios y dinámicas de los monitores nos hicieron que el tiempo pasara volando y llegase el momento de los ansiados talleres. Pintura y antropología se unieron excepcionalmente para hablar sobre la antropología audiovisual. Mientras la improvisación y las risas conformaban una vez más el taller de teatro.
Al tiempo que nuestro equipo de cocina nos preparaba unas deliciosas salchichas con puré de patata, el resto de inteños aprovechó para lavar ropa y darse una última ducha; ya que seria su unica oportunidad en próximos tres días. Por si fuera poco, el buen tiempo ayudó a sobrepasar el agua de la manguera y poder tomar el sol bajo la atenta mirada de las inmensiadad de rocas que conforman Meteora.
Una vez comidos y con las energías renovadas saltamos a los buses para ir a Trikala. Una ciudad clave durante el reinado de Filipo II de Macedonia pero que vió su decadencia al no apoyar a Alejandro Magno. En uno de sus muchos parques comenzaron los talleres temáticos de escritura creativa impartido por M, el de politicas por Alejandro y Azahara y el de inteligencia emocional por Celia. Los debates que de ellos derivaron llevaron a alargar o posponer parte de la discusión para después de la cena. Sin duda estos talleres conforman una pieza clave en este programa. El intercambio de conocimientos e ideas son lo que hace a la Ruta Inti fluir y tomar forma
La visita por cultural fue corta pero DE GOSTO `ìntinsa“como decimos por aquí. En manos del director e historiador Fernando Enriquez, en lo que antes fue el Acrópolis de Trikala, los expedicionarios tomamos conciencia de un pedazo más de historia, indispensable para la comprensión de dicho asentamiento en época clásica.
Todo se ha de decir, el tiempo libre fue acogido con ganas por todos, el famoso kebab de cordero, junto a la ensalada griega, el gyros y los helados parecieron ser los favoritos entre los inteños, tanto que la cena prevista en campamento solo se repartió a una decena escasa de ruteros que la quisieron. En este tiempo libre pudimos recaudar vivieres para los próximos días, unas galletas y un par de litros más de agua serán de agradecer mañana.