
La astilla de España por María Laín
El casco antiguo de Cádiz nos abrió sus rincones a lo largo de todo el día. A primera hora nos recibía en el Ayuntamiento el Concejal de Educación, para darnos la bienvenida a la ciudad fundada, según la leyenda, por Hércules. Durante la mañana recorrimos los barrios del Pópulo y de Santa María, integrándonos en el ambiente ligero de las calles, blancas y verdes. Cada cual organizó su propio recorrido con la ayuda de un mapa y nos reunimos de nuevo para comer en la Casa de la Juventud.
Por la tarde hicimos un recorrido por el paseo marítimo en autobús turístico, disfrutando el paisaje con el viento en la cara. El último paseo a pie nos hizo sentir como en casa. Las calles ya nos eran conocidas y hasta el acento gaditano sonaba familiar.
La despedida no pudo ser más acertada. Después de cenar, fuimos a escuchar un concierto flamenco. Desde el balcón del Gran Teatro Falla, un gitano gritaba su arte a la plaza repleta de “Olés” y emoción. La voz rota penetraba los oídos acompañada de palmas y una guitarra. La nobleza de una raza se contenía en su presencia. Cuánto calor y cuánta sangre impregnaban el aire. La ciudad, como una astilla, se clavó en mi memoria.
Fotografía: Teresa Cabanillas
One comment
pilarMORE y mucho mucho más
25 julio 2014 at 17:04
Qué facilidad tienes para escribir … es fantástico seguiros día a dia
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