Rafael Gracia, Zaragoza.
Rafael tiene 24 años, es de Zaragoza, y es expedicionario del Grupo 1 de Ruta INTI. Trabaja de profesor de Educación Física en un colegio zaragozano de primaria.

Tras dos días en Mérida, por fin nos ha tocado levantar el campamento de la casa colonial y abandonar la capital del Estado de Yucatán.
Parecía un despertar rutinario normal: despertarse, desayunar, desmontar e irnos, pero no ha sido así. Ayer por fin pude ducharme y lavar las camisetas, por lo que ha sido un despertar limpio y feliz, que me ha dado energía para disfrutar Mayapán y las grutas de Tzabnah.
Mi primera idea para esta crónica era contar al uso el día de hoy, pero he pensado mejor en centrarme en estas cosas que realmente me estás marcando de la ruta de sus pequeños detalles.
Creo que todos venimos a Ruta INTI, con grandes expectativas de aventuras que nos cambien la vida, pero son los pequeños detalles los que realmente nos hacen aprender a valorarla.
Aquel compañero que te ayuda con la tienda cuando estás exhausto del día y no puedes más; la compañera que te comparte agua cuando no te queda y te ve con mala cara; la que te acoge con su mosquitera enorme porque tú no sabes ni colocar la tuya; el que te acompaña al bosque a “abonarlo” antes de dormir porque es tu primera vez; la que te cede sus tiritas para curarte las ampollas sin pedir nada a cambio; o todos o cada uno de los compañeros y compañeras que siempre están ahí para dar conversación, risas o apoyo moral en los días de bajón. Esto es para mi la Ruta INTI.
Podría llenar párrafos y párrafos hablando de la belleza de los colores de las calles de Campeche, la majestuosidad de Chichén Itzá, o de la emoción de recordar a mi abuelo mirando el horizonte desde lo alto de la mejor pirámide de Calakmul. Sin embargo, pese a que estos lugares preciosos y sentimientos indescriptibles se quedarán en mí para siempre, creo que aprender a valorar todo lo anterior es lo que realmente me hará crecer de la ruta, sobre todo, ya que es gente que hace semanas ni conocía.
Me gustaría citar los nombre de toda la gente a la que quiero agradecerle este aprendizaje, pero no creo que fuera suficiente. Solo espero estar aportando mi granito de arena para que su ruta y aprendizaje esté siendo tan satisfactorio como el mío.
Sigamos aprendiendo y disfrutando juntos todo lo que queda. Los quiere, Rafa.