Elvira Ferrer, Murcia
Elvira tiene 24 años, es de Murcia, y es expedicionaria del Grupo 6 de Ruta INTI. Estudia un doctorado en marketing y sostenibilidad en la Universidad de Murcia.

¡Qué pasada levantarse con resaquita emocional! Después de dos semanas de pura convivencia y aventura, por fin ayer pudimos compartir un ratito de fiesta en el que lo dimos todo.
Hoy volvemos a nuestra burbujita para conocer de lleno la historia y la cultura de la ciudad de Mérida. Junto a un guía, hemos visitado algunos de sus puntos más emblemáticos: la primera catedral de América en tierra firme (tras la construida en Santo Domingo, República Dominicana), la Casa de los Montejo, el Palacio de la Independencia y algunas de las fachadas más icónicas de esta bonita ciudad.
Mientras tanto, un grupo de afortunados, o como aquí los llamamos “la resistencia” (aquellos extraños seres que no sufren problemas estomacales), ha ayudado en un comedor social muy especial: Reffetorio, donde el chef Massimo Bottura ofrece una experiencia gastronómica única a personas en riesgo de exclusión social. Lejos de parecerse a un comedor social como los que conocemos, Reffetorio es un restaurante donde se dignifica a las personas. Aquí no hay largas colas, los comensales son recibidos siguiendo todos los protocolos de un restaurante gourmet y reciben un trato personal y cercano.
Por la tarde, nos hemos juntado para conocer algunos proyectos que se están desarrollando en Mérida en materia de sostenibilidad y feminismo.
El proyecto Círculo 47 busca ayudar a los productores locales de las 47 comisarías que se encuentran a las afueras de Mérida a comercializar sus productos de forma justa y responsable.
Por otro lado, el colectivo “Ya no somos Invisibles” reivindica la historia de la mujer yucateca en espacios públicos a través de placas conmemorativas. Una de sus activistas nos ha relatado la historia de la mujer en el Estado, destacando el papel de figuras tan importantes como Rita Cetina, Elvia Carrillo, Rosa Torre y Felipa Poot, entre otras. El entorno donde nos han presentado esta iniciativa no podía ser otro que el Instituto Literario de las Niñas fundado por Rita Cetina en 1877, ahora conocido como La Casa de la Cultura del Mayab.
Cada día que vivimos en ruta está lleno de experiencias y cada vez asusta más mirar el calendario y saber que nos queda menos de lo que llevamos. Vamos a tratar de seguir viviendo la aventura al máximo.