
Cuesta levantarse. Anoche tuvimos el Talent Show inteño con las
espectaculares actuaciones de los ruteros que quisieron compartir con los
demás sus habilidades y talentos. Fue una velada mágica y emotiva.
Tras el desayuno nos dirigimos a la nave donde esta mañana hay una sorpresa
muy especial. Ha venido un cuentacuentos escocés veterano, David Campbell.
En Escocia el oficio de cuentacuentos, o “storyteller” ha tenido mucha
importancia para mantener vivas las tradiciones. Ellos son los que se encargan
de transmitir las historias de forma oral. Historias que se llevan contando desde
hace siglos y de las cuales David nos relata varias y nos enseña a cantar los
estribillos. Mientras escuchamos atentamente los relatos, fuera se escucha la
lluvia repicar sobre el techo.
Después se realizan las últimas dinámicas de grupos, en las que falta Raúl
como monitor, ya que tuvo que marcharse en la víspera.
En el “Briefing”, se dan las indicaciones para el transporte a los aeropuertos y
la gestión de las mochilas de cara a esta tarde y el día de mañana.
La comida esta vez la ofrece Intendencia en el salón de “The Red House”, que
está en reformas pero que amablemente Finley nos ha cedido para poder
cobijarnos de la lluvia. El fuego caldea la sala donde se sirven unas fajitas de
ternera y una deliciosa tarta preparada por ruteros que estuvieron preparándola
para toda la expedición en la víspera.
Marchamos por segunda vez a visitar la ciudad de Edimburgo. Ayer
seguramente nos quedaron cosas por conocer y se da un tiempo libre en el que
cada cual puede visitar lo que más interés le suscita. Edimburgo es una ciudad
con muchos atractivos y con muchos misterios que requerirían varios días para
poder conocer en profundidad. Pero tenemos que conformarnos con ver lo
principal y más llamativo en estos días en que la ciudad está atestada de gente
por el festival de arte que acoge la ciudad cada verano. A las cinco hemos
quedado en la Catedral, desde donde nos dirigimos a un local que previamente
hemos reservado para tener la fiesta de despedida de Ruta Inti. Dentro se sirve
la cena, y los miembros de la expedición, tanto expedicionarios como
organización, disfrutan de un tiempo de regocijo y diversión, con el que va
culminando la experiencia en Ruta Inti 2019.
A la salida algunos ruteros ya se despiden porque vuelan esta misma noche o
muy pronto en la mañana siguiente, y el resto regresamos al campamento. En
la nave tenemos la charla y clausura oficial de Ruta Inti 2019, en el que se
proyecta un video-resumen muy bien elaborado por el equipo de comunicación.
También se comunica en el mismo video el que será el destino de la Ruta del
próximo año: ¡Ecuador! ¡Ruta Inti regresará a Sudamérica!
Los representantes de los distintos departamentos de organización: Dirección,
campamento, equipo médico, comunicación, intendencia y equipo académico
dan sendos discursos en los que es imposible contener las emociones tras todo
el esfuerzo realizado para que esta edición pudiera llevarse a cabo. Gracias al
esfuerzo de todo el equipo de organización y de los expedicionarios, Ruta Inti
ha podido realizarse durante seis ediciones cambiando la vida de muchas
personas.
Por la noche la lluvia cesa y se convierte en un buen momento para pasar en
compañía de aquellos de los que nos tendremos que separar mañana.
La noche se ameniza con una “rave” improvisada pero la hoguera hoy no se ha
podido encender porque la madera estaba mojada a causa de la lluvia. Algunas
conversaciones en la noche recordando todas las aventuras vividas en este
mes duran hasta el alba del día siguiente.
Las melodías interpretadas por Íñigo nos sacan suavemente del sueño.
Conforme el pensamiento se aclara se hace presente el hecho de que este va
a ser el último despertar mágico de esta Ruta. No hay ganas de salir de la
tienda y de avanzar en este día que sabemos no va a ser fácil de afrontar. Se
realizan las llamadas de asistencia a los talleres en la mañana, pero se trata de
una broma pues en realidad hoy ya no queda tiempo para ello. Hay que
desmontar las tiendas e ir a desayunar para partir cuanto antes. Muchos de
nuestros compañeros ya se despidieron ayer en Edimburgo, pero la mayoría
siguen en el campamento. Han sobrado muchos cartones de leche que hay
que consumir en el desayuno o cargarlos en el bus para el largo viaje que
espera a algunos desde Edimburgo hasta Sevilla. Se realizan las batidas de
limpieza oportunas en los alrededores de “The Red House”, edificio histórico
que resistió las guerras jacobitas, y se cargan las mochilas y las tiendas en las
bodegas de los buses. El equipo académico pone a la venta los libros de la
biblioteca itinerante que han podido consultar los expedicionarios a lo largo de
la Ruta y que han sido cedidos por la ONG AIDA. Ahora se los podrán llevar a
casa.
Llega el momento de las despedidas, las dedicatorias y los abrazos sinceros y
eternos tras un mes en el que los ruteros han creado vínculos y estrechado
relaciones entre ellos. Es un momento muy emotivo que inevitablemente se
alarga. Hasta Finley, el dueño de la casa que nos ha acogido estos días se
emociona por nuestra partida.
Se acaba la Ruta 2019, Leyendas del Viejo Mundo. Pero no hay nada más
cierto que la Ruta es el comienzo de otras aventuras, y que lo que en principio
parecía una aventura, en realidad es la vida.
Santiago Martínez de Departamento Académico.