
Hoy no toca madrugar y nos levantamos a las 8 de la mañana. Hemos dormido más horas y ayer también cenamos bastante para poder afrontar hoy la que será la última caminata de la expedición. Las montañas entre las que habitan los humanos desde tiempos inmemorables contemplan nuestro campamento a sus pies.
La primera actividad del día consiste en una introducción a los ritmos de la “bachata”, explicado por algunas ruteras y Raul. Pero los ánimos hoy no acompañan. La lluvia, el barro, los mitgies, la travesía de las Highlands y la subida al Ben Nevis han hecho mella entre los expedicionarios. Además el pronóstico de hoy indica más lluvia y el terreno por el que vamos a caminar parece ser inundable. La opinión se divide entre los que desean realizar la caminata que estaba prevista, los que prefieren una alternativa y los que optan por quedarse en el campamento el día de hoy. Dirección decide que para solucionar el problema lo mejor es ser fiel a una de las señas de indentidad de Ruta Inti, que es la transversalidad, y realizar una asamblea en la que se elegirá la opción definitiva. En la asamblea se exponen los problemas que afectan a algunos de los expedicionarios y se explican los motivos que apoyan cada una de las opciones. Finalmente tras debatir entret todos se decide seguir el plan previsto que consiste en ir hasta las Fairy Pools. Son unos 18 kilómetros con poco desnivel comparado con lo que hemos hecho en días anteriores. También se da opción a los ruteros que no quieren realizarla a quedarse en la zona de campamento.
La caminata transcurre sin incidentes dignos de reseñar. Justo en la parte final Manu y Fif deciden tomar un atajo para ahorrar una vuelta grande y llegamos a las Fairy Pools, lugar sagrado durante milenios. El fondo de valle es escarpado, oscuro e imponente, y contrasta enormemente con resto del paisaje que resulta verde y sereno a la vista. En la lejanía apenas se otea rastro de civilización, exceptuando un parking donde llegan los numerosos turistas que visitan este lugar tan especial.
Nada más acomodarnos frente a las pozas mágicas, comienza a llover y tenemos que almorzar bajo las capas de agua. Pero la lluvia no amilana a algunos valientes que se atreven a bañarse. Cuando el agua cesa de caer del cielo, salen los midgets, y esta vez de forma furiosa. Hemos podido contemplar la majestuosidad siniestra del lugar, y nos disponemos a volver por el mismo camino tratando de evitar las picaduras con las redes en la cara y haciendo continuos aspavientos con las extremidades. El camino se convierte a ratos en lodazal o en riachuelo, pero ya estamos curtidos a estas alturas de la expedición y solventamos los obstáculos que se presentan y que provocan varios resbalones pero sin consecuencias serias.
De vuelta en el campamento se celebra la última sesión de talleres, en la que se presentan: taller de defensa personal feminista, taller de instrumentos tradicionales, taller de juegos y experiencias de campamento, taller de bailes latinos y taller de oratoria. La cena es abundante, y tras el breafing se propone una noche temática sobre humanismos impartida por Pablo Pellicer. Como es tarde y hay muchos insectos voladores que muerden la charla se da en la lavandería del camping. Es maravilloso ver como vamos afrontando las complicaciones del día a día en Ruta y como priman el compañerismo y la inquietud por conocer. Viva Ruta Inti!
Santiago Martínez de Departamento Académico.