Camila Fernández-Cruz, Barcelona
Camila Fernández-Cruz es de Barcelona, tiene 22 años y es parte del Grupo 8 de Ruta INTI. Cursa el cuarto grado de Comunicación Audiovisual en la Universidad Internacional de Cataluña. Fue nuestra tercera cronista.

Hoy se me ha encomendado la misión/reto de escribir una crónica, y voy a hacerlo de la mejor manera posible para transmitir TODO lo que hemos hecho y lo bien que nos lo estamos pasando.
Como todas las mañanas, nos hemos despertado a las 6:00 con Esther cantando. pero, no hay tiempo para quedarte tranquilo en el saco oyendo la canción. No. Tienes que levantarte, vestirte – si eres rápido ir al baño- y a la selva ¡a hacer deporte!
La verdad, el deporte de esta mañana ha sido más una actividad para conocernos y echarnos unas risas. Consistían los ejercicios en hacer sentadillas frente a alguien e irse preguntando por sus gustos y valores. La verdad, ha estado bien para despertarnos todos un poco.
Hacemos deporte, desayunamos, aseamos y cuando estamos todos listos (o no) nos separamos por grupos y empezamos.
Las TABI-Actividades (by Rafa) que consisten en cuatro talleres de supervivencia, como crear la milpa para fertilizar la tierra de forma orgánica, una de construcción, una sobre biodiversidad y otra de supervivencia. A esta última hemos ido al de supervivencia y… ¡wow! No, va en serio ha despertado en mí muchísimas, ideas y en el sentido de que… no sé, explico como ha sido y luego mi reflexión final mejor.
El taller de supervivencia lo lleva Mikel y nos ha enseñado lo básico para sobrevivir solos en la naturaleza. Nos ha explicado que para conseguir sobrevivir necesitamos poco más que nuestras manos, nuestros cinco sentidos y cuatro factores fundamentales: fuego, agua, comida y refugio. Con todo esto ¡podemos empezar con la aventura!
Antes de montar un refugio TAR y crear un fuego, que es básicamente en lo que ha consistido la actividad, nos ha explicado la situación del pueblo del Sahara, la labor de la ONG Survival point y las condiciones del desierto en cuestión que complica mucho la supervivencia de seres humanos y otros animales con él. Mikel ha estado allí y nos ha contado su historia con el pueblo del Sahar, además de muchas otras aventuras que ha vivido solo en la naturaleza.
Dicho esto, tras montar nuestros refugios y crear nuestro fuego para hacer un té. Mikel nos ha explicado su labor en la hacienda. Aquí es donde yo he tenido ideas y reflexiones sobre si volver y ayudar con esa labor, me parece muy bonita. Ésta básicamente consiste en conservar la selva y toda la biodiversidad que hay alrededor de la hacienda y restaurarla. Ha sido muy interesante e inspirador.
Unas horas más tarde estábamos almorzando y… ¡SORPRESA! “Poneros el traje de baño y separaos por grupos… ¡y a la piscina!” Nah. Ha sido brutal, súper gracioso. Entre los remolinos, estar con gente de todos los grupos, desde ruteros y gente del equipo de intendencia, monitores… NADA, ¡de locos!. Al terminar nos ha “perseguido” un tábano extraño a todos luego, peeeero… hemos sobrevivido.
Tras la piscinita y la lucha contra el tábano y muchas risas, nos hemos dividido en talleres de salsa, judo, escritura creativa y un scape room. He elegido salsa, muy divertido, pero los hubiese escogido todos.
Y ahora… ¡AÚN NO HA ACABADO EL DÍA! Y es que no me creo que sean las 18:52 de la tarde. Aún faltan por hacer un montón de cosas, entre ellas el taller de tiendas y una ceremonia del fuego maya. Es que no paramos. Vamos a montar tiendas y luego sigo.
[Horas más tarde]
Son ya las 23:54, hemos celebrado el cambio de ciclo solar mayab. Ha sido una celebración verdaderamente muy bonita y emocionante. La cena luego nos vino como la gloria. Estamos agotados pero felices, por este día largo lleno de emociones, anécdotas y canciones.
Ya para acabar, me gustaría enviar un mensaje a mi familia, amigos y a Jorge (persona por la que estoy aquí en la Ruta) y decirles que les echo mucho de menos, que estoy súper contenta, que me acuerdo mucho de ellos y los tengo muy presentes. Por ahora, todo está siendo una pasada y, de verdad, considero, veo y siento que todos la estamos disfrutando al máximo.
Gracias a Ruta INTI y todos los que me han animado a venir y a todas las personitas que estoy conociendo por hacer de esta experiencia una que dudo mucho olvidar. ¡Aún falta muchísimo! Han pasado sólo cuatro días y parece que hayan pasado dos semanas de la cantidad de cosas que hacemos…
Nada ¡acabo ya! Que me enrollo. Ganas de continuar la AVENTURAZA que apenas estamos empezando.