
La voz de Anita nos mece en la mañana y nos saca del sueño suavemente. Tras el desayuno vamos al Castillo de Beaumaris, que se encuentra muy cerca del pabellón donde pernoctamos. En la mañana realizamos ejercicios de lucha y fuerza bajo la muralla externa del castillo.
Llamamos bastante la atención de los lugareños, que se quedan admirados de ver a cien jóvenes extranjeros vestidos de negro y amarillo haciendo actividades en el centro de la ciudad. Luego cada grupo se reúne con su monitor para realizar un cursillo para aprender a estructurar las mochilas que habremos de cargar en las Highlands. Esto es importante para evitar que se moje el contenido de las mochilas, y para mejorar la ergonomia en las caminatas.
En la charla de Nano titulada “Los No Lugares” aprendemos sobre la historia de los reinos medievales en Gales e Inglaterra y las invasiones normandas. Un simpático galés interrumpe la charla
Saludando desde la almenara del castillo.
El almuerzo que tomamos junto a los autobuses consiste en pasta a la carbonara acompañada de viento marino. Despues del cual estamos un rato junto a la playa del brazo de mar que separa la isla de Anglesey de Gran Bretaña.
Damos la primera sesión de orientación explicada por Raúl, en la que los ruteros tienen que talonar las dimensiones de un terreno y dibujar un mapa conforme a las medidas. Especialmente importante es aprender conceptos básicos de orientación para las largas caminatas consecutivas que haremos en la Highlands.
Tras la sesión se realizan las primeras dinamicas de grupos intercambiando a los monitores. Dinámicas que permiten a los expedicionarios conocerse mejor y también mejorar la convivencia en campamento.
La visita al castillo de Beaumaris es realmente impactante. La austeridad de la construcción en piedra se combina con la estética de las formas geométricas de los arcos, torres y balaustradas. El castillo está tan bien conservado que se pueden imaginar con facilidad las partes y espacios que por efecto de los siglos han ido desapareciendo. Especialmente llamativas son las grandes arcadas del ventanal de la estancia señorial que domina el patio central. Desde la muralla se puede admirar la bahía, el pueblo y la campiña de Beaumaris.
Cenamos yogur con fruta, un plato tradicional en Ruta Inti que se hizo por primera vez en la expedición en Grecia.
Tras la cena se realiza la primera noche temática, en la que se sigue las dinámicas de los talleres pero de manera mas informal las actividades propuestas son baile fem y proyección de la primera parte del documentas “Before the Blood”. Mientras estas actividades se realizan, organización celebra el cumpleaños de Ro, una de las monitoras de grupo.
Como hemos pasado todo el día a la intemperie y el día ha sido nublado y ventoso, esto supone junto la actividad fisica un desgaste extra que pasa factura en el cansancio de los ruteros. Hay que aprovechar y descansar bien estos días que aún dormimos en pabellón.
Santiago, Equipo Académico.