
Nos despertamos en el campamento de Ruta Inti por última vez en Hay on Wye. Como las historias que encierran sus libros, este desenlace aventura un nuevo comienzo: el de nuestro nuevo destino.
Pero antes tenemos que quitarnos las legañas, como ya es costumbre, con la música de Íñigo Sáenz que nos regala con su gaita escocesa una melodía celta perfecta para el marco que tenemos.
Después del deporte matutino (en el día de hoy mezcla de fuerza, agilidad y velocidad) las ruteras se disponen a desmontar su primer campamento. Lo hacen ágiles, con las dudas normales para las primeras veces, pero con cierta destreza. Conseguimos dejar el campamento libre de tiendas y de basura; es obligatorio siendo inteña respetar el terreno que nos acoge, la Tierra, nuestra casa, no debe resentirse por nuestro paso.
Salimos camino de Beaumaris, ciudad con uno de los castillos que Eduardo I mandó construir como parte de ese muro de defensa (junto con otras fortificaciones como Caernarforn, Conwy y Harlech) para protegerse en una tierra en la que nunca hubo estabilidad; ni siquiera los romanos fueron capaces de conquistar todos los pueblos que existían. Es curioso cómo la historia, entendida como ese relato del que hemos ido hablando en estas crónicas, se repite. ¿Será cuestión de identidad o la identidad la modelan las historias con las que crecemos? ¿Destino o profecía autocumplida? En esa balanza filosófica se mueve el ser humano, y también Ruta Inti.
En Beaumaris podremos recorrer las piedras de este magnífico castillo y descubriremos la historia de Gales y algunas de sus protagonistas; como Leanor de Castilla que fue la primera reina empresaria del país. Reflexionamos también sobre la importancia del simbolismo, de cómo Gales da sobrenombre al heredero al trono (como Asturias en España). A pesar de un menor peso político de la región, cuidar la representación es crucial para la corona, de ahí que aquí se corone a los herederos al trono, de ahí que fuera aquí mismo donde se vio aquella primera ceremonia a color en la que se declaraba ante todo un incipiente mundo globalizado que Carlos de Gales heredaría la corona de Reino Unido cuando su madre Isabel II, no pueda ostentarla por más tiempo.
A la vez algunas inteñas realizarán dinámicas, juegos… incluso organizarán pequeños torneos con espadas de madera y escudos entre las propias expedicionarias reviviendo esas historias artúricas de la Mesa Redonda. De nuevo: risas, aprehender y redescubrir el mundo con el juego.
Abandonaremos el castillo para acercarnos al polideportivo donde podremos pernoctar los próximos días. Briefing, consulta médica, dinámicas nocturnas, reuniones de monitoras y coordinadoras del campamento… Así son las noches en ruta: tranquilas, cansadas, pero la actividad no cesa hasta bien entrada la madrugada.
Se apagan las luces, las inteñas embutidas en sus sacos, se escuchan bostezos, susurros, alguna risa rezagadas… Poco a poco el silencio me envuelvuelve y ya sólo me acompañan los primeros ronquidos…
Seguimos bien. Hasta mañana.
Nelson, Coordinador Equipo médico.