
Todos los nervios de la noche amanecen al sonido de la tin whistle de Iñigo, un rutero veterano que durante el campamento nos ameniza a menudo con los diferentes instrumentos que sabe tocar.
Las expedicionarias poco a poco van saliendo de sus tiendas y sus caras de sueño paulatinamente van dando paso a la expectación por su primer día entero de actividad rutera. Van a empezar haciendo deporte, comienzan su entrenamiento para el gran desafío de esta expedición: las Highlands donde estarán una semana caminando. Hay cierto miedo o nervios: “¿y si no aguanto?” “¿y si me dan agujetas?” “¿y si es demasiado duro?”.
Raúl nuestro coordinador del grupo 2 y experto en deporte y acondicionamiento físico calma los ánimos y poco a poco activa el campamento con sus estiramientos y ejercicios matutinos.
Después del desayuno comienza el primer acto institucional: la presentación del equipo. También se notan nervios, ganas de trabajar y hacer partícipe a todo el campamento de ese sentimiento que llevan en su día a día por la Ruta. Hay discursos divertidos, discursos emotivos, discursos que son una o dos frases atragantadas por la vergüenza… y comienzan las primeras actividades.
Jefferson Alcapán Rocío de Dios y Celia Barceló coordinadoras de los grupos 3, 1 y 6 respectivamente llevan un sinfín de dinámicas que tienen por fin dejar de ser un grupo de personas y pasar a ser una comunidad, una Ruta. Las expedicionarias ríen, chocan, caen, se revuelcan por el suelo… sacan ese yo infantil y juguetón y al final de las mismas se respira ya otro ambiente, nacen las primeras confesiones, explican sus primeros secretos, sus anhelos, se ponen tiernas y se dan un gran abrazo colectivo. Este grupo tiene una magia distinta, la están empezando a cultivar.
Fernando Enríquez Almorín, director de Ruta Inti comienza el ciclo de conferencias Una mirada diferente, con una reflexión sobre las leyendas que han conformado nuestra manera de entender el mundo. ¿Es la realidad lo importante o es lo que creemos que fue? ¿Es importante que fuera Shakespeare el que escribió sus obras? ¿Qué cambiaría más allá de la caída del mito? Sin embargo, ¿no es cierto que sin Shakespeare no entenderíamos el mundo como lo hacemos?
Las expedicionarias miran y escuchan absortas, preguntan, debaten… Mentes vivas viviendo, siendo estimuladas, probablemente ese sea un pilar básico de Ruta Inti.
Llega la comida y ésta da paso y cede protagonismo a las personas principales de todo esto. Las ruteras tendrán que cooperar en una gymkana por Hay on Wye, un pequeño pueblo muy ligado a la literatura, la ciudad de los libros, descubrirán allí un personaje peculiar, Richard Booth, que abrió la primera de las más de cuarenta librerías que hoy copan la ciudad, también construyó un castillo desde el que se autoproclamó rey.
En este enclave dejamos a las ruteras solas para que hablen de aquellas dinámicas que quieren llevar entre ellas: teatro, literatura, música… todo es bien recibido, intentaremos incluir aquellas cosas que les interesa dentro del programa, que ellas sean independientes para elegir sus propios caminos y los aprendan entre ellas, de forma cooperativa.
Ya en el campamento, dan a sus propias compañeras talleres. José Requena y Alberto Cárceles hablan sobre las tribus que habitaban en la isla de Reino Unido y el paso romano por la misma, Rosa María Collado, coordinadora del grupo 5, da un taller de telas acrobáticas, Pablo Cañas de nuestro equipo de intendencia les enseña los detalles del frisbee y las múltiples formas de jugar con él, y por último, Pablo Pellicer, otro expedicionario veterano, imparte un taller sobre cómo mantener una buena conversación.
Con esto toca el día a su fin, después de la cena aún nos queda una sorpresa: Pablo Fernández Castellanos, subdirector de Ruta Inti hace un emotivo repaso por las diferentes rupturas que han hecho evolucionar a la humanidad en arte, formas políticas… Y eso pretendemos ser, dice el subdirector: “una pequeña ruptura en vuestras vidas que os haga crecer”.
Los últimos instantes del día se dedican a poner en común lo hecho, puntos de mejora, y a planificar el día siguiente, poco a poco se apaga el campamento con la incertidumbre de lo que vendrá, con la nostalgia de la historia de la humanidad, con la alegría de que por fin estamos aquí, estamos en Ruta… y no podría haber nada más emocionante.
Nelson, Coordinador Equipo médico.