
Inteños por el Mundo
Decir que el Cristo Redentor del Corvocado es definitivamente el mayor atractivo turístico de Río de Janeiro es una obviedad, es impensable visitar la ciudad sin subir por lo menos una vez a verlo de cerca y a disfrutar de las increíbles vistas que se tienen desde los miradores del Morro del Corcovado. Aunque suene a cliché, ningún viaje a Río de Janeiro estará completo si no se tiene la foto con el Cristo de Brasil (sin duda es patrimonio de todo el país), aunque sea rodeado de otros cientos de personas intentando conseguir la suya. Esto mismo hizo Javier Baranda Alonso, miembro del equipo de Ruta Inti, como muestra esta fotografía.
La estatua del Cristo Redentor está situada a 710 metros sobre el nivel del mar y se localiza en la cima del cerro del Corcovado. Tiene una altura total de 38 metros, de los que 8 metros corresponden al pedestal. Para su construccion se convocó a un concurso en 1923 y fue seleccionado el proyecto del ingeniero Héctor da Silva Costa. La escultura del Cristo fue realizada parcialmente en Francia por el arquitecto franco-polaco Paul Landowski y para su financiación se convocó a una gran colecta, que tuvo una respuesta multitudinaria.
Los trabajos de construcción del Cristo Redentor, una gigantesca escultura hecha en hormigón armado, duraron 5 años durante los cuales lo más destacable fue que no hubo que lamentar la muerte de ningún trabajador, algo poco común en la época y más si se toma en cuenta la dificultad del enclave y la forma de la imagen, con los brazos extendidos en el vacío. Para darle su apariencia final, el Cristo del Corcovado fue revestido con piedra-jabón, un material que a pesar de ser aparentemente débil resiste muy bien el paso del tiempo y las variaciones de temperatura sin romperse ni deformarse.
Finalmente el gran Cristo Redentor del Corcovado, fue inaugurado el 12 de octubre de 1931, convirtiéndose desde ese mismo instante en el símbolo indiscutible de la ciudad de Río de Janeiro y de todo Brasil. La espectacular iluminación del Cristo Redentor, otra de sus señas de identidad, ha sido cambiada y restaurada en varias ocasiones, una de ellas con motivo de la visita del Papa Juan Pablo II en 1990. Una de las últimas grandes obras de mejora en el Corcovado fue hecha el 2003, cuando se instalaron escaleras mecánicas y ascensores panorámicos para facilitar el acceso a la plataforma donde se encuentra la imagen del Cristo.
Fuente: Imagina Río de Janeiro.