
Había pensado copiar y pegar la carta de motivación que escribí el año pasado para ahorrarme trabajo, pero luego me di cuenta de que eso es aceptar que mi motivación es la misma que hace un año, y realmente, después de haber vivido la Ruta Inti 2015, tengo muchas cosas que decir y un punto de vista muy diferente de la ruta, de mí mismo y del mundo al que tenía entonces.
Parece obvio que el hecho de volver a presentarme se debe a que mi experiencia fue muy buena y que quisiera vivirla de nuevo. Pero mi motivación creo que va un poco más allá. De algún modo me siento comprometido con el proyecto, siento que algo creado con tanta ilusión y con tan buenas ideas debe seguir adelante, mejorándose año a año, aprendiendo de lo que salió bien y de lo que salió no tan bien. Quiero aportar mi grano de arena a que esto siga creciendo, a conseguir que más gente pueda tener la increíble experiencia personal y social que viví yo el verano pasado.
Sentirse ‘en ruta’, ajeno a lo rutinario, a lo automático, a lo aburrido, a lo normal. Disfrutar de cada persona, cada instante, cada lugar. Creo que estas vivencias son impagables, como lo es estar en un ambiente real de interacción con el mundo, de aprendizaje constante construido entre todos los presentes. Sin duda el valor más grande de la Ruta, en mi opinión, es el hecho de que cada uno construye, cada uno aporta, y al mismo tiempo cada uno se construye, cada uno se aporta.
Así pues, estoy dispuesto a volver a embarcarme en esta nueva aventura, conocer nuevas personas, descubrir lugares alucinantes, compartir momentos irrepetibles, cantar, bailar, sentir, reír, sonreír, abrazar, soñar, volar; y por supuesto, seguir creando entre todos Ruta Inti.