
Por Carlos, expedicionario.
Hoy comienza probablemente la experiencia más dura y en parte por ello también más especial y característica de la Inti.
Ayer pudimos oír en el briefing de la dureza de esta marcha. Se trata de un primer día en el que todos llevaremos a cabo un desnivel de unos 700 metros hasta llegar al campamento base, donde pernoctaremos. Al día siguiente un grupo de 30, 40 personas intentará hacer cima. Para ello se tendrán que enfrentar a 2300 metros de desnivel en el mismo día, una barbaridad.
Y es en este contexto en el que nos disponemos a reflexionar. Han pasado al menos 23 días, se han creado y enlazado muchas amistades, pero hay algo, que nos preocupa. Y es algo interior, difícil de describir.
Nos preocupa que esto acabe y que no termine de cuajar. Nos preocupan prejuicios, miedos estúpidos, y orgullos que en la inti quizás desaparecen pero que en la vida real muchas veces están presentes y derivan en automatizaciones de las personas. Nos gustaría que tras el viaje desaparecieran y se hicieran polvo.
Estamos ilusionados, nos emociona pensar que escalaremos una cima así. Nos emociona la experiencia, la amistad que muchas veces se demuestra en estas situaciones algo mas extremas, y también la superación.
Probablemente estemos a punto de vivir un punto de inflexión en nuestra ruta, un hecho importante del que podemos aprovecharnos. De nosotros depende. Mantengamos los ojos bien abiertos.