
Nuestros profesores de Antropología e Historia, Marina y Miguel, además del expedicionario Javi (que es quien hizo la foto) nos envían esta imagen desde el castillo de Davalillo (San Asensio, La Rioja) para Inteños por el Mundo.
El castillo de Davalillo, guarnecido por un amplio meandro del río Ebro por sus flancos norte y este, dista aproximadamente 5 kilómetros de San Asensio. Bajo su puerta principal y al mediodia se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Davalillo, que debió ser la iglesia parroquial del primitivo poblado del mismo nombre del que no quedan más que algunas piedras. Su emplazamiento constituye una magnífica atalaya que vigila las tierras de la Sonsierra y de La Rioja Alta. Con la vecina fortaleza de Briones, tenían la misión de proteger La Rioja de los ataques navarros, que se podían efectuar con relativa facilidad a través del puente fortificado de San Vicente de la Sonsierra.
Es probable que fuese construido durante el reinado de Alfonso VIII entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII, para proteger Castilla de los ataques navarros que se producían a través del puente de San Vicente, al reivindicar esta última La Bureba, La Rioja y parte de las tierras de Soria, que habían pertenecido a su corona, pero que se encontraban en poder de los castellanos desde que fueron conquistadas por Alfonso VII. Lo seguro es que no fue construido antes de 1177, ya que no figura en la lista de castillos fronterizos de la zona, elaborada por Sancho VI.
Toda la fortaleza está construida en buena piedra de sillería con relleno de morrillo. La cerca, aunque ha perdido sus almenas, se encuentra en buen estado de conservación. La Torre del Homenaje es de planta cuadrada y tenía cuatro pisos, cubiertos con bóveda de cañón apuntado. La planta baja sirve de capilla y consta de un tramo rectangular con bóveda de cañón.